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miércoles, 20 de enero de 2010

Pizarro Y Los Incas discovery channel #5

DE CÓMO FUE SECUESTRADO EL INCA ATAHUALPA POR LA BANDA DE FRANCISCO PIZARRO, CON LA RELACIÓN DE ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS DE SU CAUTIVERIO, EL PAGO DEL INMENSO RESCATE Y LA EJECUCIÓN FINAL DE LA VÍCTIMA

Por William Ospina
Ilustraciones de Luis Fernando «El Pollo» Rodríguez

El 16 de noviembre de 1532 tuvo lugar el caso documentado de secuestro en el suramericano. Un grupo de españoles dirigido por Francisco Pizarro se apoderó por la fuerza del inca Atahualpa, quien había aceptado una a cenar y había llegado al campamento en el alto valle de Cajamarca, en las montañas del Perú, con un lujoso cortejo ceremonial de incas desarmados.
Las tropas de los aventureros españoles se habían atrincherado en los edificios vecinos, esperando la orden de su jefe para abrir fuego contra los visitantes, pero antes de ello un sacerdote católico, el padre dominico Vicente de Valverde, salió al encuentro de la víctima, le habló del misterio de la Santísima Trinidad, le habló de la creación del mundo y del pecado original, y finalmente le informó que el papa de Roma había entregado esas tierras al emperador Carlos V y que Pizarro venía a tomar posesión de ellas. Al oír la traducción que le hacía el intérprete, el inca sorprendido le respondió que el reino del Perú le correspondía por herencia de su padre Huayna Cápac, y que ambos descendían del Sol, del dios de los incas. Entonces el sacerdote le mostró un objeto hecho de numerosos planos superpuestos exornados de inscripciones, y poniéndolo en manos de Atahualpa le dijo que allí estaba toda la sabiduría. El inca examinó aquel objeto, tratando de escuchar todo el saber que había en él, pero al no oír nada se sintió engañado y lo arrojó por tierra con indignación; era la señal que se requería. El dominico corrió hacia donde se encontraba Pizarro, le dijo que aquel perro arrogante había arrojado por tierra la sagrada escritura, y le dio la absolución previa por todo lo que quisiera hacer contra él y contra sus gentes.
Los conquistadores, que disponían de cañones y de mosquetes para espantar y también para aniquilar a las tropas de flecheros del imperio incaico, abrieron fuego en todas direcciones, cayeron además con sus espadas sobre los acompañantes inermes de Atahualpa, que no acertaban a huir abandonando a su rey, y dieron muerte en una tarde a más de siete mil personas. El hecho era trágico de una manera extrema: Atahualpa asistió a la cena con toda su corte, como prueba de confianza en los visitantes. Nada más alejado de las expectativas de su cultura y de los códigos de honor seculares de su pueblo que la posibilidad de que un ejército abriera fuego contra ellos sin haber declarado previamente la guerra. Ante la superioridad técnica de los atacantes, ante ese fuego inesperado y traicionero, ante esa ferocidad de los guerreros españoles del Renacimiento que le ha hecho decir a Jacob Burckhardt que en ellos parecía haberse desencadenado el lado diabólico de la naturaleza humana, fue tal el desconcierto de los incas que ninguno reaccionó, y la irrupción de los caballos acorazados de los españoles, bestias bicéfalas desconocidas vestidas de hierro y capaces de hablar, acabó de paralizar al cortejo. Ni siquiera las tropas que acampaban en el valle vecino se atrevieron a asomarse al lugar donde resonaban los truenos. Quienes allí caían aniquilados eran, nos dice David Ewing Duncan, «la élite del gobierno de Atahualpa, sus nobles, sus gobernadores, sus generales, sus sacerdotes y sus adivinos, los mayores responsables del funcionamiento del gobierno imperial, cuya súbita muerte en masa significaba un golpe devastador para un imperio que había perdido a millares de miembros de su clase dirigente en la reciente guerra civil».
Pero aquella fiesta de sangre no fue más que el comienzo. Con la mano ensangrentada, el propio Francisco Pizarro tomó por los cabellos a Atahualpa y lo llevó a rastras, entre el caos y la masacre, hasta la habitación donde después lo tuvieron cautivo durante nueve meses.
Los móviles de aquel secuestro están claros: desde su llegada a América, a los 40 años de su edad, Francisco Pizarro se había hecho el propósito de obtener poder y fortuna, y andaba buscando la región de los incas, siguiendo la leyenda de su riqueza extrema. Pascual de Andagoya, viajando desde Panamá, había oído a unos indios que navegaban en piraguas por las costas del Pacífico hablar de una tierra llamada Pirú, donde un poderoso rey era dueño de tesoros fabulosos. Desde entonces Pizarro se había obsesionado con esa aventura, había conseguido cómplices que lo secundaran, y estaba tan seguro de las riquezas que iba a obtener que hasta celebró un contrato con sus aliados, distribuyéndose de antemano el oro y las tierras que pensaban apropiarse. Eran tenaces, y antes de llegar al Perú afrontaron grandes penalidades, como los meses de delirio en la isla Gorgona, donde chapotearon en el fango entre el asedio de los mosquitos, alimentándose de lagartos y de huevos de tortuga, enfundados en sus armaduras bajo el sol del Pacífico por temor a las bestias venenosas. Pero aún no estaba claro para ellos que lo que se proponían era un secuestro; éste se les fue apareciendo como el camino más eficaz para cumplir su cometido, y sólo cuando Pizarro ya tenía a Atahualpa cautivo en su edificio de Cajamarca, concibió con claridad el monto del rescate que pediría por él.


Las investigaciones continúan comenta... gracias

Pizarro Y Los Incas discovery channel # 4

Estoy leyendo Guns, Germs and Steel (Armas, gérmenes y acero) de Jarel Diamond, a recomendación de un amigo, y la verdad es que es un libro de lo más interesante: intenta dilucidar desde el punto de vista científico por qué unas civilizaciones dominaron a otras a lo largo de la historia, si se trató de puro azar o hubo otros factores como la geografía, los genes, la cultura, el clima o algún otro. Sobre esas ideas va explicando la importancia de las armas, las enfermedades y los metales como factores clave que hay ido «marcando diferencias» desde hace unos 13.000 años.

Uno de los episodios que más me impactó fue uno de esos momentos épicos en los que la historia se desarrolla de cierta forma pero por las apariencias podría haber sido de otra. A principios del siglo XVI los españoles se enfrentan al Imperio Inca. El explorador y conquistador Francisco Pizarro llega a la ciudad de Cajamarca a reunirse con a Atahualpa con la idea de someterle. Tan poderoso era un imperio como el otro, especialmente el Inca en su propio territorio (aunque acababa de sufrir guerras internas). Lo que sucedió fue que Pizarro con 168 hombres y 68 caballos (38 según otras fuentes) entró en territorio enemigo «hasta la cocina» y capturó y asesinó posteriormente al líder Inca, que estaba rodeado de unos 8.000 de sus hombres, tal vez entre 40.000 y 80.000 en los alrededores… Como dicen en el libro: ¿Podría alguien imaginarse, a la inversa, que un explorador Inca enviado por Atahualpa entra en 1532 en España y secuestra y asesina al emperador Carlos V?

El relato completo del libro es interesante porque procede en primera persona de los escritos de los hermanos Hernando y Pedro Pizarro, presentes en el combate. Encontré en la web una transcripción parcial, también otra completa que es la Verdadera relación de la Conquista del Perú de Francisco de Xerez (al que habría que quitarle el factor glorificación de los vencedores) e incluso una versión desde el punto de vista nativo en la emboscada de Cajamarca dentro de la Historia del Tahuantinsuyo.

Lo que sigue es (en traducción rápida y seguramente no muy exacta) lo que me impactó como más interesante, una escena impresionante y difícil de visualizar, a mitad de camino entre el echahuevismo de los espartanos en 300, la defensa de Sión en Matrix, los enfrentamientos de Bravehart o la clásica Batalla del General Custer; queda claro que los españoles estaban cagaos por las patas y que por mucho que confiaran en Dios sabían que difícilmente saldrían del lío en que se habían metido. En todo el asunto además se mezclan traiciones entre los Incas y versiones en ocasiones poco claras por no decir contradictorias sobre lo que debió suceder:

La prudencia, fortaleza, disciplina militar, trabajo, navegación arriesgada y las batallas de los españoles, vasallos de nuestro invencible emperador del Imperio Católico Romano, causan el alborozo de los fieles y el terror de los infieles. Sea para la gloria de Dios pues (…) ¿cuándo en los tiempos modernos o antiguos se han visto tantas proezas llevadas a cabo (…) por tan pocos hombres?

(…) Descendimos al valle de Cajamarca. Teníamos mucho miedo, pues éramos pocos en número, menos de doscientos, y habíamos pentrado demasiado en las tierras enemigas, en las que no podíamos esperar contar con refuerzos (…) Vimos por las noches las hogeras de los campamentos del ejército indio: tantas eran que podrían cubrir el cielo como las estrellas. El hermano del Gobernador Pizarro estimó en 40.000 el número de hombres, pero nos mentía para infundirnos ánimos pues eran más de 80.000.

Un mensajero llegó y el Gobernador le dijo que recibiría a Atahualpa cuando él quisiera (…) Dividió a la caballería en dos grupos y ocultó a la artillería tras la plaza (…) Al mediodía llegó Atahualpa con sus hombres. La llanura estaba llena de indios, y llegaban más y más. Delante de él dos mil hombres barrían el suelo por el que pasaba, seguidos de escuadrones de indios, otros cantando y bailando. También había algunos hombres con armaduras y coronas de oro y plata. Ocho hombres portaban a Atahualpa sobre una litera. Detrás había otros gobernantes y finalmente más escuadrones de indios con coronas. Entraron ocupando toda la plaza hasta el último resquicio y con gran ruido de sus cánticos. Muchos de nosotros nos orinamos del miedo, sin darnos cuenta, de puro terror.

En ese momento Pizarro envía al fraile Vicente de Valverde a hablar con Atahualpa con un intérprete. Le dice algunas palabras mostrándole una biblia (o un misal) en una mano y un crucifijo en la otra, Atahualpa intenta coger el libro pero no acierta a abrirlo y lo lanza al suelo. (De esto y lo que sucedió a continuación hay muchas versiones). Finalmente, el fraile retrocede gritando para alentar el ataque de los españoles:

¡Salgan, salgan, cristianos, vayan contra estos perros enemigos que rechazan las cosas de Dios. El tirano ha lanzado mi libro de la ley sagrada por el suelo… ¡Marchen contra él: yo los absuelvo!
Tras esta curiosa «extrema unción preventiva» los españoles disparan sus armas y con su caballos cargan contra los indios, quienes empiezan a caer literalmente a cientos: ingenuamente, iban poco o nada armados y desconocían el poderío del enemigo (aunque también se dice en el relato que Atahualpa los estaba esperando y los espías dijeron a Pizarro que buscaría la guerra, por lo que tal vez fue más un acto de prepotencia que de ingenuidad por su parte). El caso es que, totalmente sorprendidos, los indios sucumben antre las armas de fuego de los españoles (aun siendo pocas, primitivas y toscas), se asustan de los caballos (que resultan muy efectivos) con los que sembrar el pánico y el resultado es un Atahualpa indefenso y –literalmente– desnudo, con toda su guardia y hombres de honor asesinados, capturado por Pizarro en persona.

Los otros datos para la historia son que Pizarro no sufrió ni una sola baja entre sus hombres, tan sólo dos heridos (entre otras cosas, porque contaban con armaduras) y que el combate principal duró poco más de media hora. Unos seis o siete mil indios murieron ese día en la batalla de Cajamarca, según reconoció el propio Atahualpa, «varios cientos» según citan otras fuentes (no parece fácil encontrar números exactos respecto a estas historias, y mucho parecen variar según quien las escriba).

Esta historia de consquistadores venciendo a tropas en inferioridad numérica se repetiría en otros lugares, si bien tal vez no fueran ya «500 veces más superiores en número» como el día en que lucharon contra Atahualpa y además estarían más prevenidos.

Secuestrado por los españoles durante casi un año, Atahualpa dio nuevas muestras de ingenuidad pagando su propio rescate, pero Pizarro no tenía intención de liberarlo. Lo ejecutó poco después acusándole de traición al intentar sublevar secretamente a los nativos para que le rescatasen… Algo que podría ser clasificado como «mala excusa»/WTF del siglo XVI.

En Cajamarca se encuentra todavía el Cuarto del Rescate, donde estuvo confinado Atahualpa y que se dice llenó con oro, plata y joyas hasta tres veces, en su fútil intento de recuperar la libertad.

Irónicamente, hoy en día unos 60.000 turistas lo visitan cada año.

A pesar de que en estas brutales batallas de conquista muriera muchísima gente, los gérmenes inadvertidamente llevados por los europeos ya habían producido anteriormente una catástrofe demográfica matando al 95 por ciento de los pobladores nativos de las américas pre-colombinas. En aquella época había unos 10 millones de habitantes en España y Portugal, tal vez entre 50 y 70 en Europa: los americanos eran probablemente más numerosos, con unos 100 millones de habitantes entre todos los pueblos originarios del continente. Y el 95% de más de 100 millones de personas son muchos, muchos millones. Todo esto sucedió a los pocos años de la llegada de los europeos y antes de Pizarro, incluyendo la muerte de millones de aztecas hacia 1520 (que eran más numerosos que los españoles) que fallecieron por la viruela, igual que el emperador azteca Cuitlàhuac, como también cuentan en el libro.

otra versión.... comenta gracias..

Pizarro Y Los Incas discovery channel #3

¿POR UNA BIBLIA SE ORIGINO UNA MASACRE? ¿PRETEXTO? ¿ERROR?

FRANCISCO PIZARRO AL INCA ATAHUALPA

El encuentro entre dos culturas, soldados del Reino de España comandados por FRANCISCO PIZARRO y la comitiva del Imperio de los Incas con ATAHUALPA presente en la plaza de Cajamarca, departamento de Perú el 16 de noviembre de 1,532 y que termino en una MASACRE (sin declaratoria de guerra). Dos culturas diferentes, una con pólvora y arcabuces, la otra con lanzas; una con barcos que atraviesan los océanos, la otra con barcazas que iban pegadas a la costa; una con caballos, la otra con auquenidos.
Luego de avanzar cientos de kilómetros los aventureros españoles se encuentran con ATAHUALPA, rodeado de un pequeño séquito. Cajamarca esta medio destruida así como el camino por el que llegaron los peninsulares por la guerra civil que existía. El encuentro entre los dos históricos acabo en una violencia atroz en la cual el Inca fue hecho prisionero. Para esto los incaicos nunca habían visto gente de raza negra (eran esclavos) ni caballos, ni semejantes armaduras, es decir estaban asombrados. Por el contrario, los otros vieron en estos a gente un tanto indefensa, como lo habían contemplado por el camino.

PERO ¿PORQUE ESTALLO LA VIOLENCIA...ES DECIR LA MASACRE, PUES NINGUN ESPAÑOL MURIO?

Las versiones son varias. Me quedo con la primera, que dicho sé de paso no es versión sino una realidad. A Atahualpa se le acerco el sacerdote católico FRAY VICENTE VALVERDE quien le da al soberano un ejemplar de LA BIBLIA, el cual lo tira al suelo, quizá con desprecio, lo que los españoles consideraron un gran sacrilegio y esto fue la señal para la masacre y captura del Inca. Además este gesto de Atahualpa fue el pretexto histórico para conquistar el Imperio (como siempre lo dijeron, catequizar).

ACA LAS INTERROGANTES:

Si Atahualpa arrojo la BIBLIA pudo tratarse de un malentendido. Acaso los españoles esperaban que este soberano que no los conocía, tampoco a su escritura reaccionara ante algo nunca visto. Muchos (entre ellos su servidor piensan que los conquistadores esperaban una excusa). Ni siquiera hubo un saludo, de frente el cura se acerco. El primer cronista Francisco de Jerez, presente ahí solo cree que fue una justificación para la conquista de un estado aborigen (sus palabras). Como dice: Atahualpa solo alejaba un objeto extraño que podía ser un arma, además era EL EMPERADOR y merecía respeto.

Averiguando en Internet saque cuatro:

PRIMER RELATO: FRANCISCO DE JEREZ en su libro Verdadera relación de la conquista del Perú y publicado dos años después nos dice como testigo presencial: El fraile con una cruz en la otra mano y un traductor abre el libro y el soberano le da un golpe en la mano intentando decirle que podía hacerlo sin su ayuda. Ayudado por el traductor conocido como faraute le dijo: "YO SOY SACERDOTE DE DIOS Y ENSEÑO A LOS CRISTIANOS LAS COSAS DE DIOS Y ASIMISMO VENGO A ENSEÑAR A VOSOTROS. TE RUEGO VE A HABLAR CON EL GOBERNADOR QUE TÉ ESTA ESPERANDO" Luego el Inca recibe el libro, lo mira y lo arroja unos pasos delante de sí demostrando su poco interés que le producía. PERO AHÍ NO COMENZO LA CARNICERIA ¡NO! El fraile regresa donde Pizarro (quien había visto todo) y le narra lo sucedido, quien "indignado" manda la carga contra los indios. Minutos después Pizarro toma por el brazo a un sorprendido Atahualpa (por el sonido de los arcabuces, el movimiento de la caballería, espadas) diciéndole varias veces el nombre de "SANTIAGO" quien fue uno de los doce apóstoles de Cristo cuya tumba esta en Santiago de Compostela, en Galicia, España.

SEGUNDO RELATO: INCA TUTO CUSSI YUPANQUI. Rebelde y clandestino que sobrevivió 40 años a la conquista, pariente del Inca al que le decía tío. De acuerdo con su relato esto no ocurrió en Cajamarca sino antes, es decir hubo dos conferencias. En la primera el Inca recibió a dos españoles a quienes les invito chichaen señal de hospitalidad pero como los ESPAÑOLES ARROJARON LA BEBIDA AL SUELO, Atahualpa hizo lo mismo con el libro. Era una falta de respeto tirar una bebida sagrada, así que decidió tirar también la Biblia.

Luego se produce el encuentro de Cajamarca donde se vuelve a repetir lo mismo en el derrame de la chicha (para molestar al Inca) y culmina en la masacre antes expuesta.

TERCER RELATO: Inca Garcilazo de la Vega en su libro Segunda parte de los Comentarios Reales Incas. Era mestizo, con sangre inca por su madre y española por su padre. Él reduce la responsabilidad a ambos bandos.

Todo fue por malentendidos, uno de ellos fue por la ignorancia del traductor y a la inexistencia en el idioma quechua de vocablos que entendieran el discurso del cura. Por ejemplo aunque parezca broma, en vez de decir: TRINIDAD, DIOS UNO Y TRINO el traductor sumo los números diciendo TRES MAS UNO: CUATRO.

Otro problema fue que la conversación con el fraile Valverde y Atahualpa duraba mucho, se impacientaron y comenzaron el ataque. En ese momento el sacerdote se sorprende y se le cae la Biblia al suelo.

CUARTO RELATO: Guaman Poma de Ayala en su libro Nueva crónica y buen gobierno. También nativo pero conocedor de la cultura europea. Esta versión es una de las más difundidas de las cuatro, poniendo énfasis en los malentendidos de dos culturas. Según él el fraile explica al Inca que sus dioses eran falsos. Entonces el soberano le pregunta quien se lo había dicho y este le responde que se lo había dicho la Biblia. Atahualpa pide el libro "PARA OIR POR SI MISMO ESTOS DICHOS". Pero como la Biblia no hablara la arrojo al suelo.

Nunca sabremos cual de los relatos es el verdadero. Hay que ser cuidadosos con la historia, pero de que hubo excesos a partir de ahí lo hubo. Lo que sí les digo es que mientras las tropas de FRANCISCO PIZARRO llegaban, Atahualpa les mandaba regalos. Estos al llegar a Cajamarca "DONDE ESTAN HASTA LA ACTUALIDAD LOS BAÑOS DEL INCA, VISITADOS POR MILES DE TURISTAS" se prepararon a atacar a la primera oportunidad, ya que muchos se pusieron en casas, otros en azoteas y el resto en la plaza.

Solo una baja tuvo el grupo español, y es que en la desbandada los indios pisotearon a un esclavo negro que falleció pronto. Premeditado o no usted busque su respuesta

EL TRADUCTOR = FELIPE era natural de la isla de Puna, y de gente muy plebeya, apenas tenía veintidós años, conocía poco la lengua general de los Incas como en particular la de los españoles.

nota .- si te gusto la información envía comentarios...

Pizarro Y Los Incas discovery channel #1

La Conquista del Perú

La conquista del Perú es uno de los eventos de mayor importancia en la historia del Perú así como también uno de los más sobresalientes eventos de la Historia del Nuevo Mundo, debido a las consecuencias que fueron derivadas de ésta.
Tales hechos memorables comienzan cuando los españoles, comandados por Francisco Pizarro (cuyo número no pasaba de 200), habían invadido los territorios del Tahuantinsuyo por el norte (Tumbes), viniendo de Panamá, se trasladaron a la ciudad de Cajamarca. Esta ciudad es tomada militarmente el 16 de noviembre de 1532, después de tomar prisionero a Atahualpa, último emperador del famoso Imperio de los Incas. Después, todos los territorios del Antiguo Perú serían conquistados e incorporados a los dominios de España.Con el objeto de explotar sus numerosas riquezas principalmente consistentes en oro y plata, metales preciosos. La ambición de España de encumbrarse a la categoría de primera nación de Europa. Este país ibérico culminaba su anhelado ideal de tomar parte en la conquista y colonización de los territorios más ricos del Nuevo Mundo, lugar también de dos de los más famosos imperios precolombinos de América: el de México (Azteca) y el del Perú (Inca), los cuales decaen, uno después del otro, como resultado de la presión de los invasores peninsulares. Uno de los factores decisivos es que los peninsulares contaban con armas y un conocimiento bélico avanzado. Un arma científica, que seguramente fue el apoyo más valorado por los conquistadores fue la Brújula, por su orientación en los pasajes marinos de exploración en las inmensidades de los territorios americanos. Desde el inicio de los grandes Descubrimientos Geográficos, el extraordinario interés de la iglesia por la difusión del Cristianismo es notable. Este ideal se aclaró gracias al trabajo de España, nación eminentemente católica, y, principalmente, debido al trabajo sacrificado de sus misioneros, muchos de los cuales alcanzaron la celebridad como mártires en esa labor brillante pero sacrificada, y también como valientes defensores de la población nativa frente a los crecientes abusos cotidianos.

Pizarro Y Los Incas discovery channel #2



En 1531 llega a Perú, lugar de la muerte por viruela del emperador Inca Huayna Cápac, lo que desató a su vez una guerra civil que enfrentó a los sucesores,Atahualpa y a su hermano, el Sapa Inca Huáscar. Pizarro se adentró temerariamente en el territorio inca con 180 soldados y 37 caballos, se dirigió aCajamarca, donde toma prisionero a Atahualpa (16 de noviembre de 1532) y, a pesar de haber recibido el rescate más alto de la historia, le manda ajusticiar por los delitos de sublevación y de haber ordenado ejecutar a Huáscar, aunque Pizarro se niega a quemar vivo al Inca.
Mantuvo una estrecha alianza con la nobleza del Cuzco, partidaria de Huáscar, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia la conquista del Perú. Tras nombrar Inca a un hermano de AtahualpaTúpac Hualpa, marcha al Cuzco, capital del Imperio inca, ocupándola en noviembre 1533. Su hermano Juan es nombrado regidor de la ciudad. Contrajo matrimonio bajo el rito católico con la hija del emperador Inca Huayna CápacQuispe Sisa, bautizada como Inés Huaylas, con la cual tuvo una primera hija que llamó como su padre, Francisca Pizarro Yupanqui y Gonzalo el segundo hijo del Conquistador, que murió joven. Francisco Pizarro ordenó la ejecución de Atahualpa, a pesar de su aparente cariño por él mientras estuvo prisionero. El 18 de enero de1535, fundó en la costa la Ciudad de los Reyes, pronto conocida como Lima, y Trujillo, con lo que se inició la colonización efectiva de los territorios conquistados. Mientras tanto, su hermano Hernando, que había partido a España para entregar el Quinto del Rey a lacorona, regresó portando el título de marqués para su hermano Francisco, y el de adelantado para Almagro, al cual se le habían concedido 200 leguas al sur del territorio atribuido a Pizarro.

sábado, 16 de enero de 2010

FIESTA PROMO DORADO 2009


ORGULLOSOS DE SER PERUANOS

¿cual es tu profesor que te brinda confianza?